El ciclismo, como cualquier otro deporte, no está exento de provocar una lesión a quien lo practica. Por supuesto, existen medidas y técnicas que te permitirán disminuir los riesgos de sufrir una lesión, así como de evitar molestias posteriores. Y en este artículo es justamente lo que vamos a tratar. A continuación, te explicamos cuáles son las lesiones más comunes en el ciclismo y cómo prevenirlas. ¡Sigue leyendo!
¿Cuáles son las lesiones más frecuentes en el ciclismo?
Las lesiones en el ciclismo pueden estar provocadas por varios motivos. En primer lugar, nos encontramos con las causas posturales o biométricas, aunque también las hay que son ocasionadas por esfuerzos desproporcionados en los entrenamientos habituales, protocolos incorrectos y demás factores. Al hablar de ciclismo, lesiones más frecuentes y cuáles son nos encontramos con los siguientes ejemplos.
Lesión rodilla ciclismo: Tendinitis rotuliana
Es el tipo de tendinitis más frecuente en las rodillas. Este tipo de lesión de rodilla en ciclismo se produce por una sobrecarga de las intersecciones del tendón rotuliano, concretamente en la intersección con la tibia. La prevención, en este caso, pasa por adoptar una correcta postura, ajustando la posición del sillín y de las calas con el fin de lograr un equilibrio con cadencia y desarrollos más suaves. Además de evitar cambios de ritmo sin un calentamiento previo, y descansar adecuadamente después de cada entrenamiento. En este artículo puedes informarte al detalle de la importancia del descanso en el ciclismo.
Tendinitis de la pata de ganso
Se trata de otro tipo de lesión de rodilla en ciclismo. Esta tiene lugar en la intersección de tres músculos de la parte medial de la tibia, en concreto en el sartorio, el recto anterior y el semitendinoso. Esta lesión suele percibirse como dolor en la zona interna de la rodilla y se extiende hacia la parte delantera e inferior de la misma, lo que provoca dificultad para caminar, sentarse o levantarse de una silla, subir y bajar escaleras… La mejor forma para prevenir estas lesiones o molestias es realizar un análisis biomecánico para saber con precisión cuáles son las causas que lo provocan (puede estar ocasionado por una incorrecta alineación de las rodillas, por ejemplo).
Tendinitis del tendón de Aquiles
Otra de las lesiones más comunes entre ciclistas es la tendinitis del tendón de Aquiles. Esta última se debe a una inflamación de este tendón que une los músculos gemelos y sóleo al talón en el hueso calcáneo. Además de molestias y dolor, puede provocar rigidez en el tobillo y crepitaciones al moverlo. La causa más habitual de esta lesión es tener las calas muy adelantadas o el sillín demasiado alto, con una excesiva flexión del pie hacia abajo al pedalear. Para prevenir dicha lesión, por tanto, se recomienda buscar un correcto apoyo del pie sobre el pedal, en la zona metatarsal, y evitar la sobrecarga que sufre el talón.
Síndrome de la cintilla iliotibial
Esta lesión, también conocida como tendinitis de la fascia lata tiene lugar cuando existe un sobreuso y desgaste del tendón de la cintilla iliotibial (ubicada en la cara externa de la rodilla). Aunque suele ser más habitual en corredores, en ciclismo puede provocarse por tener un sillín demasiado alto, lo que ocasiona una extensión de la rodilla por encima de 150º, aunque también por trabajar a una intensidad demasiado elevada. La forma de prevenirlo, aparte de no sobreexcederse en los entrenamientos, es realizar un correcto calentamiento y descanso, y lograr un correcto ajuste del sillín y los pedales.
Condromalacia rotuliana
Posiblemente esta sea la lesión más temida por los ciclistas (y por los deportistas en general). Esto es así debido a que se trata de un desgaste del cartílago que protege el movimiento de la rótula sobre el fémur, su regeneración es difícil y provoca un dolor intenso. Su causa se debe a que existe una excesiva flexión de la rodilla —algo que en el ciclismo tiene lugar a causa de un sillín demasiado bajo— y suele afectar en mayor medida cuando existen alteraciones anatómicas en la rodilla del tipo genu varo (estás están ligeramente inclinadas hacia adentro). La prevención, en el primero de los casos, pasa por ajustar correctamente la altura del sillín, pero también en potenciar el músculo cuádriceps para estabilizar y proteger la rodilla. Se aconseja, así mismo, replantearse la forma de la pedalada, aumentando la cadencia, pero reduciendo la intensidad.
Molestias y lesiones de ciclismo en la espalda y cuello
Aparte de la rodilla, la espalda y el cuello (y, en general, la zona lumbosacra) es la que más lesiones y molestias suele sufrir, y esto se debe a la postura que adoptamos sobre la bicicleta. Las causas pueden ser muy variadas, como los factores intrínsecos que comprenden desde dismetrías de los miembros inferiores, hasta rotaciones de la cadera; o factores externos, como un sillín demasiado alto o un manillar demasiado bajo, un sillín muy retrasado o un manillar muy alejado del sillín, un manillar demasiado alto y cercano al sillín… La prevención, en estos casos, se basa en lograr una postura correcta. En este artículo puedes aprender cómo mantener la postura correcta en la bicicleta.
Molestia y lesiones en ciclismo en manos y brazos
Por último, nos encontramos con las molestias en manos y brazos, que también suelen formar parte de las lesiones más frecuentes en el ciclismo. Las causas, en este caso, se deben a un sobreuso por sobrecargas al adoptar posturas incorrectas, lo que hace que se reparta mal el peso del ciclista sobre la bicicleta. En el caso de las manos es habitual sufrir el síndrome de las manos dormidas o síndrome del túnel carpiano.
Cómo evitar lesiones de ciclismo
Como hemos visto a lo largo de este artículo, la mejor forma de prevenir lesiones en ciclismo es trabajando en una correcta postura y posición del sillín, manillar y pedales; además de evitar los sobreesfuerzos o entrenar por encima de nuestras posibilidades. El entrenamiento en ciclismo debe ser progresivo y mejorar de manera paralela nuestra resistencia y nuestro estado físico o forma física. Además, te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes consejos para reducir al mínimo los riesgos de sufrir molestias y/o lesiones:
Opta por un entrenamiento de ciclismo indoor
El entrenamiento de ciclismo indoor cuenta con la principal ventaja de proporcionarnos un terreno más estable y sin desniveles u obstáculos que puedan provocarnos una caída, pero también un mayor esfuerzo o sobrecarga en nuestras rodillas, piernas, pies, manos, espalda o cuello. Además, nuestro modelo de bicicleta indoor ZBike 2.0 ofrece un ajuste del sillín y del manillar micrométrico, para que puedas adoptar la posición perfecta durante tus jornadas de entrenamiento. Nuestros rodillos, por otro lado, te permitirán trabajar sobre un terreno muy estable y con las sensaciones de ciclismo más realistas, como es el caso del rodillo de transmisión directa ZDrive y del rodillo inteligente ZPro. Nuestras opciones de rodillos de rulos, de igual manera, te permitirán mejorar tu equilibrio y coordinación de pedaleo, previniendo lesiones por una técnica imperfecta. Es el caso de ZRoller y de RooDol by ZYCLE.
Utiliza accesorios de ciclismo para mejorar tu seguridad
Por último, te recomendamos la utilización de algunos accesorios de ciclismo, como es el caso del pulsómetro ZCore que te permitirá saber si te estás excediendo en tus entrenamientos al obtener las mediciones más precisas de tu frecuencia cardíaca, entre otras.