Entender cuál es la diferencia entre aeróbico y anaeróbico antes de empezar una rutina de ejercicio con nuestra bicicleta de ciclismo indoor es fundamental puesto que cada tipo de actividad tiene un impacto distinto en el cuerpo y nos ayuda a alcanzar los objetivos específicos que estamos buscando de manera más efectiva. No es lo mismo, por ejemplo, trabajar para mejorar la resistencia cardiovascular que para aumentar la masa muscular. En este artículo nos centramos en explicarte cuál es la diferencia entre aeróbico y anaeróbico. Así mismo, respondemos a una de las dudas más habituales entre los ciclistas —sobre todo, entre quienes se acaban de iniciar en este apasionante deporte—, que es la de si el ciclismo es aeróbico o anaeróbico. ¡Sigue leyendo!
Cuál es la diferencia entre aeróbico y anaeróbico
Al hablar de la diferencia (aeróbico y anaeróbico), lo primero que debemos tener en cuenta es que en el caso de los ejercicios del tipo aeróbicos se utiliza el oxígeno para producir energía y, generalmente, se relaciona con actividades de larga duración. Mientras que con los ejercicios anaeróbicos lo que ocurre es que se utiliza energía almacenada en los músculos sin oxígeno y se relaciona con esfuerzos cortos e intensos. El ejercicio aeróbico, así mismo, suele ser continuo, mientras que el ejercicio anaeróbico destaca por ser pausado. A rasgos generales, con el primero de ellos (aeróbico) se obtiene una mayor condición física, mientras que con el segundo (anaeróbico) se logra una mayor fuerza. Ahora bien, ¿por qué sucede así? Es importante entrar en detalle sobre cada tipo de ejercicio para conocer más.
¿Qué es el ejercicio aeróbico?
Hay que tener en cuenta que con el ejercicio aeróbico se persigue un acondicionamiento cardiovascular que fortalece tanto el corazón como los pulmones, es por ello que se logra una mayor condición física. La palabra aeróbico significa “con oxígeno”, y por lo tanto es un tipo de ejercicio o rutina que se alimenta con el oxígeno que obtenemos al respirar. Además, a medida que se trabaja con los ejercicios aeróbicos los músculos necesitan cada vez más oxígeno. Este es transportado por la sangre para que sigan funcionando, además de hacer que la frecuencia cardíaca aumente y que haya que respirar profunda y rápidamente. Cuando se realiza ejercicio aeróbico los vasos sanguíneos pequeños se ensanchan para que puedan transportar más oxígeno a los grupos musculares más grandes, como son brazos, piernas y cadera.
¿Qué es el ejercicio anaeróbico?
El ejercicio anaeróbico, por otro lado, es un ejercicio de alta intensidad que se realiza de manera breve y rápida. Las actividades con esta condición no requieren de oxígeno como fuente para mantener los músculos en funcionamiento, puesto que utilizan la energía almacenada en ellos para trabajar. Además, se trata de movimientos que requieren de mucho esfuerzo y que, por lo tanto, no pueden mantenerse de forma prolongada.
¿El ciclismo es aeróbico o anaeróbico?
Como indicábamos al principio, antes de comenzar cualquier rutina de ejercicios, sea con bicicleta o sin ella, debemos tener claro qué tipo de actividades vamos a realizar. Esto influye en cómo obtenemos la energía, pero también en los objetivos que perseguimos y en el impacto sobre el cuerpo. Esto último, además, es muy importante para elegir aquel tipo de ejercicio que sea más adecuado a nuestras capacidades actuales y salud, reduciendo de esta forma el riesgo de lesiones y para asegurarnos que estamos entrenando de forma equilibrada. Aclarado esto, respondemos al interrogante de si el ciclismo es aeróbico o anaeróbico, y la respuesta es que se trata de un ejercicio aeróbico. El ciclismo, al igual que otros deportes y actividades como el running, la natación, saltar a la cuerda o el remo, es un deporte aeróbico que contribuye a mejorar nuestro sistema cardiovascular y a fortalecer el corazón.
Ciclismo aeróbico: ¿cómo se trabaja?
Cuando se realiza un tipo de ejercicio aeróbico, tanto si se trata de una base aeróbica de ciclismo como de cualquier otra modalidad deportiva, es importante que tenga como mínimo una duración de 30 minutos, además se deben incluir movimientos continuos y repetitivos —algo que de manera natural hacemos al practicar ciclismo—. En el ciclismo indoor, por ejemplo, puedes optar por realizar sesiones de entrenamiento con simuladores de ciclismo, así como clases de spinning simuladas para comenzar a quemar calorías y mejorar la resistencia cardiovascular. Por supuesto, para ello es fundamental contar con una bicicleta de ciclismo indoor adecuada que te permita llevar a cabo tu sesión de manera correcta y efectiva, y poder trabajar así en una mejora del acondicionamiento cardiovascular y de la condición física, en general. Las bicicletas indoor inteligentes de ZYCLE cumplen con todos los requisitos para lograrlo, de hecho tanto el modelo de la Smart ZBike 2.0 y de la ZBike FREE (de piñón libre) han sido diseñadas para ciclistas profesionales, así como para amantes del fitness. Estas bicicletas ofrecen una potencia máxima muy elevada gracias a su resistencia magnética de última generación (con función automática), conectividad con los principales simuladores de ciclismo, un silencioso sistema de transmisión para entrenar donde quieras y otras muchas prestaciones más.
Ciclismo anaeróbico: ¿es posible?
El ciclismo, tanto exterior como indoor, es uno de los deportes más completos que existen. De hecho, trabajar el umbral anaeróbico en ciclismo es posible, a diferencia de lo que ocurre en otros deportes o actividades físicas, además de ser muy aconsejable que se incluyan este tipo de ejercicios en la rutina de entrenamiento de un ciclista profesional —en combinación con los del tipo aeróbicos, por supuesto—. La razón de ello es que te ayudarán a generar una mayor musculatura gracias a la intensidad a la que se trabaja y a la corta duración. Un ejemplo de entrenamiento específico para mejorar el umbral anaeróbico puede consistir en un entrenamiento a una intensidad suave (no superior al 65% de tu FTP) con una duración de 15 minutos, seguido de un trabajo específico de 3 series de 10 minutos de subida a muy alta intensidad (del 95 al 100% de nuestro FTP) y con 10 minutos de recuperación entre cada intervalo (no superior al 55% del FTP). Y, por último, la vuelta a la calma durante 15 minutos a una intensidad del 55 al 65% del FTP.
Ahora bien, también puedes optar por ejercicios anaeróbicos específicos y combinarlos a lo largo de la semana con tu sesión de ciclismo indoor, incorporando a tu rutina actividades como el levantamiento de pesas, calistenia (con saltos y sentadillas), abdominales. La suma de ambos tipos de ejercicios te permitirá convertirte en un atleta muy completo y mejorar tanto tu condición física como tu resistencia.