Por que no bajo de peso al utilizar la bicicleta de ciclismo indoor

Por qué no bajo de peso al utilizar la bicicleta de ciclismo indoor

Una de las preguntas más frecuentes entre quienes entrenan desde casa es: ¿Por qué hago bicicleta y no bajo de peso? A pesar del esfuerzo constante, muchas personas se frustran al no ver resultados en la báscula, algo que puede resultar desmotivador si este es el objetivo principal. Hay que tener en cuenta que adelgazar es un proceso multifactorial, y la bicicleta indoor es solo una pieza del puzle. En este artículo analizamos cuáles son las posibles causas y qué puedes hacer para comenzar a bajar de peso en tus entrenamientos indoor. ¡Vamos a ello!

Hago bicicleta estática y no adelgazo: posibles causas

¿Llevas meses intentando bajar de peso y dándole duro a los pedales, pero no notas resultadas en tu bajada de peso? A veces, el entrenamiento puede no ser efectivo si lo estás haciendo de forma incorrecta o existen otros factores que no estás considerando y pueden afectar a tu resultado. Esto es más común de lo que piensas, y muchos de los motivos por los cuales la gente se cuestiona por qué hago bici estática y no adelgazo son los siguientes.

No estás llegando al déficit calórico

El déficit calórico ocurre cuando consumes menos calorías de las que tu cuerpo necesita para funcionar cada día. Es la base de cualquier proceso de pérdida de peso: si tu ingesta calórica es menor que tu gasto energético, tu cuerpo recurre a sus reservas —principalmente grasa— para obtener energía, lo que lleva a la pérdida de peso. Por el contrario, si haces ejercicio, pero consumes más calorías de las que gastas, no generarás ese déficit y, por tanto, no adelgazarás, aunque practiques ciclismo indoor a diario y/o cualquier otro deporte. Muchas personas piensan que el entrenamiento por sí solo es suficiente, pero la alimentación sigue siendo el factor clave. Incluso con sesiones intensas de ciclismo indoor, si se ingieren alimentos ultracalóricos o se come en exceso después del ejercicio, el balance calórico seguirá siendo positivo. Por eso, si te preguntas por qué no bajo de peso, la respuesta suele estar en no alcanzar ese deseado déficit calórico. De hecho, si hablamos de porcentaje de los factores que influyen en la pérdida de peso, a rasgos generales nos encontramos que un 75% es lo que comemos y un 25% se corresponde con el ejercicio, de ahí la importancia de revisar bien la dieta.

La falta de descanso y cómo afecta a tu peso

Uno de los factores más ignorados a la hora de perder peso es el descanso. Dormir mal o no dormir lo suficiente tiene consecuencias directas sobre nuestro apetito y el control del peso. La falta de sueño afecta a las hormonas que regulan el hambre, como la grelina y la leptina, provocando un aumento del apetito y una mayor inclinación a picar entre horas, especialmente alimentos ricos en azúcares o ultraprocesados. Además, al no descansar bien, los niveles de glucosa en sangre tienden a bajar (hipoglucemia), lo que genera una sensación de urgencia por consumir algo dulce o calórico. Dormir entre 7 y 8 horas diarias es una recomendación básica, pero muchas veces no se cumple. Un consejo sencillo y eficaz es adelantar la hora de acostarse si sabes que madrugarás. El descanso no solo te ayuda a rendir más, también es clave para activar tu metabolismo y controlar mejor el apetito.

El tipo de entrenamiento y la falta de variedad en tus rutinas de ejercicio

Los entrenamientos suaves y sin variación de intensidad no estimulan el metabolismo igual que un entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT). Es clave variar los entrenamientos: alternar sesiones de resistencia con sesiones HIIT, subir la carga progresivamente (ideal si usas una bici como la ZBike 2.0 con resistencia electrónica) y analizar tus progresos. Realizar siempre la misma actividad, como el ciclismo indoor, es positivo para generar el hábito y para tu salud cardiovascular (lo más importante de todo), pero puede llegar a ser insuficiente si el objetivo es perder peso. El cuerpo humano tiene una gran capacidad de adaptación: si no introduces cambios en tu rutina, como variaciones en la intensidad o el tipo de entrenamiento, tu progreso puede estancarse.

Uno de los grandes aliados para romper ese estancamiento es el entrenamiento de fuerza. Incluir ejercicios de resistencia o tonificación en tu semana no solo mejora la composición corporal, sino que también aumenta la tasa metabólica basal. Es decir, tu cuerpo empieza a quemar más calorías a lo largo del día, incluso en reposo, gracias al aumento de masa muscular. Además, combinar la bicicleta con fuerza activa más grupos musculares, mejora el rendimiento en tus sesiones de cardio y acelera el proceso de pérdida de grasa. En definitiva, no se trata solo de moverse más, sino de moverse mejor y de forma más completa.

Las claves para adelgazar usando la bicicleta indoor

Como indicábamos a lo largo del artículo, si haces bici estática y no adelgazas (aunque sea una bicicleta inteligente de ciclismo indoor) es porque ha llegado el momento de revisar tu plan global. El problema no está en la bicicleta, sino en el enfoque. Con un entrenamiento adaptado, una alimentación adecuada y control de variables, el ciclismo indoor puede ser tu gran aliado para alcanzar tus objetivos de forma saludable y sostenible. Te recomendamos que tengas en cuenta las causas, antes mencionadas, y que prestes atención a las siguientes recomendaciones y consejos:

  1. Define tu objetivo: perder grasa, tonificar, aumentar resistencia…
  2. Haz seguimiento de tus datos: peso, porcentaje graso, medidas corporales.
  3. Entrena con estructura: mezcla entrenamientos largos con sesiones más intensas.
  4. Utiliza herramientas para trabajar correctamente: que te permitan controlar tus zonas de frecuencia cardíaca para poder darlo todo en tus entrenamientos, pero con seguridad.
  5. No te obsesiones con el peso: el volumen corporal puede reducirse, aunque el peso se mantenga, especialmente si aumentas masa muscular.

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