La música juega un papel muy importante en nuestra vida y cuenta con una gran cantidad de beneficios, tanto para relajarnos como para ayudarnos a concentrarnos y, por supuesto, para mejorar nuestro estado de ánimo y motivarnos cuando practicamos deporte. Y esto último es algo que resulta muy interesante a la hora de practicar ciclismo indoor, ya que nos resultará de gran apoyo para mejorar nuestro rendimiento durante la sesión. Como es lógico cada uno/a tiene sus preferencias musicales, ahora bien, la música para ciclismo indoor reúne unas características específicas y es conveniente tenerlas en cuenta para sacarle todo el partido y mejorar tu motivación. ¡Vamos a ello!
Música ciclismo indoor: su función principal y características destacadas
La música se ha convertido en una herramienta imprescindible en muchas disciplinas deportivas, y el ciclismo indoor no es la excepción. Ya sea en sesiones individuales o en clases colectivas dirigidas, el acompañamiento musical potencia el rendimiento, mejora la concentración y transforma el esfuerzo físico en una experiencia más estimulante. Muy similar a la música utilizada en las sesiones de spinning, la música para ciclismo indoor cumple una función específica: marcar el ritmo de pedaleo, sincronizar la intensidad de los intervalos y mantener alta la motivación. En el ciclismo indoor cada etapa del entrenamiento está asociada a una cadencia de pedaleo específica, medida en revoluciones por minuto (RPM) e intensidad o potencia. Por ello, la selección musical no puede ser aleatoria. Debe estar cuidadosamente pensada para acompañar y potenciar cada momento del entrenamiento, desde el calentamiento inicial hasta el tramo final de recuperación.
La principal característica de la música para ciclismo indoor es que debe adaptarse al ritmo del pedaleo. Esto significa que el tempo de cada canción (o velocidad de la composición) debe coincidir con las RPM marcadas para cada intervalo. Por ejemplo, una canción con 60-70 BPM (beats por minuto) puede servir para tramos lentos y con alta resistencia, como subidas o escaladas. En cambio, para sprints o fases de pedaleo rápido, se necesitan canciones con 90-100 BPM o incluso más. Es decir, la música, en este contexto, funciona como un metrónomo emocional y físico. Guía al ciclista, le marca la cadencia y lo ayuda a mantener una intensidad constante sin depender exclusivamente de indicaciones verbales. Cuando el ritmo de la música está bien sincronizado con la fase del entrenamiento, se produce una conexión casi automática entre el cuerpo y el sonido. Y esto es algo que puedes comprobar al entrenar con los principales simuladores de ciclismo, como es el caso de BestCycling a través de sus diferentes sesiones guiadas y para el cual puedes encontrar cupones con ZYCLE.
Estructura de la música para ciclismo indoor según las fases del entrenamiento

Una sesión de ciclismo indoor está compuesta por diferentes fases, y cada una de ellas requiere un enfoque musical distinto. Por supuesto, aquí se habla de manera general de cómo puede estructurarse una sesión, pero todo depende del objetivo principal que persiga la misma, así como también de la duración.
Música para entrar ciclismo durante el calentamiento
La música debe ser moderada y progresiva, con un tempo medio (80-100 BPM) que facilite la activación muscular y prepare el cuerpo haciéndolo entrar en calor para lo que viene. Las melodías suaves con ritmo constante son ideales.
Ciclo indoor: música en Intervalos de subida o trabajo de fuerza
Aquí el tempo disminuye ligeramente (60-80 BPM), pero la música se vuelve más intensa y poderosa, con bajos marcados y compases firmes. Este tipo de música ayuda a mantener la concentración y a sostener un pedaleo fuerte contra la resistencia.
Sprints o fases de alta velocidad
Para estas etapas, se buscan canciones con tempos altos (100-130 BPM) que generen un aumento de energía inmediato. La música electrónica, el pop acelerado, el techno o el rock dinámico son grandes aliados.
Recuperaciones activas o vuelta a la calma
En estas fases se baja la intensidad del pedaleo (y la resistencia) y se acompaña con música de tempo medio o alto (70-90 BPM), con una atmósfera más relajada pero aún rítmica. La música, en este caso, tiene como fin ayudarnos a recuperar nuestro pulso de manera progresiva y prepararnos para el siguiente tramo medio o intenso.
Música para ciclo indoor durante el enfriamiento y estiramientos
El ritmo cae de forma notable. La música aquí debe ser suave, melódica y relajante, permitiendo que el cuerpo y la mente regresen al estado de reposo. Baladas suaves, música ambiental o chill-out pueden ser opciones acertadas.
Géneros musicales más utilizados en ciclismo indoor o música para spinning
La elección del género musical dependerá del tipo de entrenamiento o del estilo de la clase de spinning. Sin embargo, existen ciertos géneros que se adaptan particularmente bien a las exigencias del ciclismo indoor. Estos son los más utilizados:
- Música electrónica (house, techno, trance): Es la favorita en la mayoría de entrenamientos de ciclismo indoor y en clases colectivas de spinning. Sus bases constantes, sin interrupciones bruscas, y su tempo regulado permiten una sincronización casi perfecta con las RPM.
- Pop y dance comercial: Ideal para mantener la motivación, sobre todo en sesiones con un enfoque más lúdico.
- Rock energético o alternativo: Utilizado en tramos de fuerza o resistencia para dar un empujón emocional al esfuerzo físico.
- Hip hop y reggaetón: Aunque menos comunes, pueden usarse en fases de velocidad o recuperación, siempre que se ajusten al tempo correcto.
Cómo crear una buena playlist con música para ciclo indoor
Como indicábamos en la introducción, no se trata solo de poner música que guste, sino de seleccionar pistas que tengan un número de beats por minuto (BPM) coherente con la cadencia de pedaleo deseada. Actualmente existen aplicaciones y plataformas que permiten identificar el BPM exacto de cada canción, lo que facilita esta tarea y asegura que el ritmo musical acompañe de forma natural el esfuerzo físico. También es fundamental alternar momentos de alta intensidad con otros de recuperación activa. Un entrenamiento bien diseñado con cambios de ritmo que respeten las diferentes fases, permitiendo al cuerpo recuperarse antes de volver a exigir el máximo. Este contraste no solo es efectivo desde el punto de vista fisiológico, sino que también mantiene la atención y evita que la sesión se vuelva monótona.
Las transiciones suaves entre canciones son otro aspecto a tener en cuenta. Cortes bruscos o cambios demasiado drásticos pueden romper la concentración del grupo o del ciclista individual. Utilizar mezclas bien hiladas, o incluso herramientas de DJ o apps que regulan el tempo, mejora la fluidez de la sesión. Por último, es muy recomendable actualizar la lista de reproducción de forma regular. Incluir novedades mantiene el interés y evita la sensación de rutina. Introducir una o dos canciones nuevas por semana puede ser suficiente para dar frescura sin desestabilizar la estructura habitual de tu entrenamiento.
