El ciclismo indoor cuenta con una gran cantidad de ventajas, de las cuales ya hemos hablado en alguna ocasión. Una de las más destacadas es la de ofrecernos la posibilidad de practicar ejercicio cuando el clima no acompaña, por ejemplo, cuando está lloviendo. Ahora bien, ¿qué ocurre cuando practicamos ciclismo indoor en la temporada de calor? Al practicar ejercicio en verano debemos prestar atención a algunos aspectos para que nuestro rendimiento sobre la bicicleta no se vea afectado, así como para mejorar nuestra seguridad. En este artículo te damos varios consejos para que sigas disfrutando de tu bicicleta indoor o rodillo durante la temporada de verano. ¡Vamos a ello!
Ejercicio en verano: ¿Cómo practicar ciclismo indoor?
Como en cualquier deporte o actividad física, en el momento de practicar ciclismo en verano debemos adoptar algunas medidas para trabajar de manera efectiva y evitar la deshidratación, así como lesiones por sobrecarga e incluso un golpe de calor.
Hidrátate bien antes, durante y después del ejercicio en verano
En el ciclismo indoor, la sudoración puede ser mucho mayor que en exteriores debido a la falta de corriente de aire natural. Un ciclista en verano puede llegar a perder hasta 1 litro de líquido por hora sin darse cuenta (por supuesto, depende de la intensidad del ejercicio y la duración), por eso, antes de entrenar se debe beber entre 400 y 600 ml de agua unos 30–60 minutos antes de comenzar. Además, durante la sesión es aconsejable beber pequeños sorbos cada 10–15 minutos. Las bebidas isotónicas ayudan a reponer no solo agua, sino también electrolitos (sodio, potasio, magnesio), lo cual es clave para evitar calambres o fatiga muscular. Después del ejercicio, hidrátate con agua o bebidas con electrolitos para una recuperación más efectiva.
Ventila bien el espacio de entrenamiento indoor
El exceso de calor en interiores puede elevar tu temperatura corporal y tu frecuencia cardiaca más de lo normal, afectando tu rendimiento y recuperación. Te recomendamos que tengas en cuenta lo siguiente:
- Coloca un ventilador potente (mejor si es oscilante) frente a ti para crear flujo de aire constante.
- Abre las ventanas si no tienes aire acondicionado, o usa un deshumidificador si el ambiente es muy húmedo.
- Si entrenas con rodillos en una habitación cerrada, considera usar dos ventiladores, uno frontal y otro lateral.
- Así mismo, si no puedes aclimatar la zona de entrenamiento, evita las horas centrales del día (entre las 12:00 y las 17:00), cuando el sol y las temperaturas son más intensas. Los mejores momentos para hacer ejercicio en verano son al amanecer o al atardecer, cuando el clima es más fresco y la radiación solar es más baja.
Utiliza ropa técnica y transpirable para la actividad física en verano
Uno de los aspectos más importantes a la hora de responder a cómo hacer ejercicio en verano es el de usar la ropa deportiva específica para ciclismo, esta ayuda a regular la temperatura corporal y evacuar el sudor, algo crucial en esta fecha del año. Lo más aconsejable es que utilices maillots sin mangas o de rejilla, hechos de tejidos técnicos como poliéster o elastano. En el caso de los culottes, opta por los que tengan una buena badana, ya que mejorarán tu comodidad en sesiones largas. Por el contrario, evita materiales como el algodón, ya que retiene el sudor y aumenta la sensación de calor. Ten en cuenta, así mismo, que existen prendas técnicas diseñadas para ciclismo indoor que ofrecen una mayor ventilación en la espalda y en las zonas de mayor sudoración. Muy recomendadas si eres una persona que suele sudar mucho.
Controla la intensidad de la sesión de entrenamiento indoor
Aunque estés entrenando en casa, el cuerpo sigue reaccionando al calor. Elevar la temperatura interna demasiado puede llevar al sobreentrenamiento o malestar. Por ello, reduce la intensidad en días de temperaturas muy altas. Es mejor hacer una sesión de zona aeróbica (Z2 o Z3) que intentar series explosivas cuando tu cuerpo está al límite. Así mismo, usa un pulsómetro de la frecuencia cardíaca o sensores de potencia para controlar tu esfuerzo. El calor puede elevar tu pulso más allá de lo normal, incluso a la misma potencia. Además, recuerda que en verano la percepción de esfuerzo puede engañarte. Un ritmo que normalmente te parece cómodo puede sentirse agotador si entrenas en una habitación calurosa. Lo ideal en esta temporada es que ajustes tus entrenamientos en función de la temperatura. Si haces series, que sean más cortas, con pausas más largas y más ventilación.
En los ejercicios con calor escucha tu cuerpo
Como indicábamos, en verano la tolerancia al esfuerzo disminuye. Es fundamental estar atento a cualquier señal que indique que necesitas parar. Algunos de los síntomas más comunes en un golpe de calor son los mareos, náuseas, dolor de cabeza, pulso muy acelerado o piel enrojecida. Si sientes fatiga anormal, no es debilidad ni falta de motivación, es un aviso físico real. Siempre es mejor recortar o posponer una sesión que forzarte y poner en riesgo tu salud, incluso si estás en una sesión virtual y empiezas a sentirte mal: pausa sin miedo. No tienes que seguir el ritmo de los demás. Prioriza tu bienestar.
¿Ciclismo en verano? Las ventajas de usar la bicicleta indoor o el rodillo

El ciclismo indoor, ya sea con una bicicleta inteligente como la ZBike 2.0 o con rodillos de ciclismo conectados a plataformas virtuales, ofrece múltiples ventajas que lo convierten en una opción ideal para el verano. Estas son las más destacadas:
- Evita las altas temperaturas: Entrenar en un espacio cerrado te permite controlar el ambiente, usar ventiladores o aire acondicionado, y evitar los golpes de calor que pueden producirse al pedalear al aire libre durante el día.
- Entrenamiento seguro: No hay tráfico, obstáculos, ni riesgos de quemaduras solares o de quedarte sin líquidos, pudiendo hidratarte correctamente. Además, puedes entrenar en cualquier momento del día, incluso durante las horas más calurosas, sin exponerte a peligros —siempre y cuando hayas aclimatado previamente el espacio–.
- Ahorro de tiempo: Al no tener que desplazarte ni preocuparte por el trayecto o la ruta, puedes optimizar tu tiempo y concentrarte exclusivamente en el entrenamiento.
- Entrenamientos dirigidos y personalizados: Muchas apps y plataformas como Rouvy, Bkool o Bestcycling ofrecen entrenamientos estructurados, clases virtuales y simulaciones de rutas reales, lo que aporta variedad y motivación incluso desde casa.
- Ideal para mantener la constancia: Cuando el calor o las vacaciones alteran la rutina diaria, tener una bicicleta indoor o un rodillo de ciclismo disponible facilita seguir entrenando con regularidad y sin excusas.
